El gobernador Ricardo Rosselló Nevares firmó esta tarde la Ley Núm. 8 de 2017 —Ley para la Administración y Transformación de los Recursos Humanos en el Gobierno de Puerto Rico, popularmente conocida como la Ley del Empleador Único— que establece la política pública del empleador único. Ese mecanismo permite al Gobierno ser más eficiente al poder ubicar los empleados públicos en las áreas dónde realmente el Estado necesita brindar servicios a la ciudadanía.
La Ley permitirá además generar ahorros en el gasto operacional del gobierno, pero los empleados podrán conservar el mismo sueldo y beneficios marginales. Al mismo tiempo, la Ley aumenta algunos beneficios al empleado público, como por ejemplo, el aumento de la licencia de paternidad de 5 a 15 días.
La Ley del Empleador Único surge como una respuesta a la grave situación fiscal que enfrenta el Gobierno, que además ya fue señalada por la Junta de Supervisión Fiscal, en su carta cursada al primer ejecutivo, en la que recomienda una reducción del 30 por ciento de la nómina pública. La alternativa del Gobierno a despedir decenas de servidores públicos es la figura del empleador único.
El primer mandatario recordó que el estatuto no afecta la Ley 45 e incluye el readiestramiento del empleado público para hacer un Gobierno más eficiente.
En la actualidad, el gobierno cuenta con 118 agencias que funcionan como si tuviera 118 patronos individuales cada una con divisiones administrativas y diferentes escalas salariales para los mismos puestos. Esta estructura provoca la duplicidad de funciones y que personas que realizan las mismas funciones, en agencias distintas, ganen salarios diferentes. La medida establece el proceso de un plan de clasificación uniforme sin reducir el salario a los empleados públicos existentes.
“El gobierno es solo uno. Por ejemplo, no hay razón para que un empleado del Departamento de la Familia se gane un salario distinto a un empleado del Departamento de Salud, si realizan funciones similares y están en el mismo rango de mérito”, destacó el primer ejecutivo.
Además, de los ahorros que se estiman que creará esta Ley –$100 millones al año– el Gobierno apuesta a que el empleador único aumentará los recaudos.
Entre los planes está que el Departamento de Hacienda reciba entre 200 a 300 empleados gracias a la Ley el Empleador Único para aumentar los recaudos en $300 millones producto de una mejor fiscalización de los impuestos existentes.
Un aspecto importante es que en primera instancia el traslado de un empleado público de una agencia a otra es voluntario y se tomará en consideración el lugar dónde vive, sus destrezas y su disponibilidad.
Esta ley se une a otra serie de iniciativas y estatutos que buscan convertir a Puerto Rico en un lugar más competitivo, atraer nueva inversión y generar desarrollo económico.
Rosselló Nevares agradeció a la Asamblea Legislativa por respaldar el empleador único y adelantó que próximamente presentará una reforma de permisos, una reforma contributiva y cambios en las corporaciones públicas para reducir los costos de las utilidades como agua y energía eléctrica, con el fin de lograr la recuperación económica de la Isla, mejorar nuestra calidad de vida y evitar que más hermanos puertorriqueños prefieran residir en otras jurisdicciones de Estados Unidos.
“Haremos en 100 días las reformas que Puerto Rico necesita desde hace décadas y eso creará empleos y garantizará una mejor calidad de vida”, afirmó el gobernador.
