Durante el mes de diciembre se revisó el manual para oficiales jurídicos de jueces federales, luego de que el juez Alex Kozinski del Noveno Circuito de Apelaciones de los Estados Unidos, con sede en San Francisco, anunciara su retiro inmediato, a raíz de las acusaciones de hostigamiento sexual que pesan en su contra.
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El cambio surgió luego de críticas y de solicitudes para que se especificara que las normas de confidencialidad no deben impedir la presentación de querellas contra los jueces, según informó el National Law Journal.
La aclaración fue colocada en una sección del manual que indica que los oficiales jurídicos deben a los jueces completa confidencialidad en cuanto a asuntos relacionados a los casos que atienden.
La revisión reza: “Sin embargo, nada en este manual, o en el Código de Conducta, impide que un empleado, o cualquier empleado de la judicatura, revele mala conducta, incluyendo sexual u otras formas de acoso, por parte de un juez o cualquier persona. Se alienta a los oficiales jurídicos a llevar estos asuntos a la atención de un juez u otro funcionario apropiado”.
Respecto al caso de Kozinski, una ex empleada suya, quien actualmente trabaja como escritora bajo el seudónimo de Courtney Milan, reveló a través de una red social que su temor a violar las normas de confidencialidad le impedía revelar que Kozinski le había solicitado que mirara pornografía en su computadora al menos en tres ocasiones. El estrés provocado por esos acercamientos afectó su desempeño laboral, señaló la mujer.
“En el último día de mi pasantía, Kozinski me dijo que la belleza de la confidencialidad judicial radicaba en que nos protegía a ambas partes. Mientras nunca, nunca yo le contara a nadie lo que había sucedido en las salas con él, nunca le contaría a nadie lo que me había pasado”, reveló Milan en la publicación.
Kozinski señaló en su anuncio de jubilación que “siempre ha tenido un sentido del humor amplio y una manera sincera de hablar tanto con los oficiales jurídicos hombres como con las mujeres.
“Al hacerlo, es posible que no haya sido consciente de los desafíos especiales y las presiones que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo. Me duele saber que hice que alguno de mis empleados se sintiera incómodo; esta nunca fuera mi intención. Por esto, me disculpo sinceramente”.